El agua, un bien común amenazado

El agua es un bien esencial para la vida, tanto humana como natural. Sin embargo, en El Salvador, este recurso se encuentra amenazado por la privatización.

En 1997, el gobierno salvadoreño otorgó una concesión a la empresa española Abengoa para la gestión del agua potable y alcantarillado de la capital, San Salvador. Esta concesión se ha prorrogado en dos ocasiones, y actualmente está vigente hasta 2047.

La privatización del agua en El Salvador ha tenido un impacto negativo en la población. Los costos del servicio se han incrementado, y el acceso al agua potable se ha vuelto más desigual. Además, la empresa Abengoa ha sido acusada de corrupción y negligencia.

En 2019, la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó una nueva ley del agua que elimina la prohibición de la privatización del agua potable. Esta ley ha sido fuertemente criticada por los defensores del agua, quienes consideran que pone en peligro el acceso al agua de la población.

Desde una perspectiva evangélica, la privatización del agua es un asunto de justicia y equidad. El agua es un bien común que pertenece a todos, y no debe ser mercantilizado.

La Biblia nos enseña que Dios es el Creador de todo lo que existe, incluyendo el agua. En el libro del Génesis, Dios dice: «Y dijo Dios: Haya aguas en la expansión de los cielos, y que se junten las aguas que están debajo de los cielos en un solo lugar, y que aparezca la tierra seca. Y así fue» (Génesis 1:9).

Estas palabras nos recuerdan que el agua es un regalo de Dios para toda la humanidad. No es un bien que pueda ser comprado o vendido.

Los evangélicos tenemos la responsabilidad de defender el agua como un bien común. Debemos luchar contra la privatización del agua y promover el acceso equitativo a este recurso esencial.

Algunas acciones que podemos tomar para defender el agua:

  • Informarse sobre el tema de la privatización del agua.
  • Apoyar a organizaciones que luchan contra la privatización del agua.
  • Denunciar los abusos de las empresas privadas que gestionan el agua.
  • Educar a la población sobre la importancia del agua y el derecho a acceder a ella.

El agua es un bien precioso que debemos proteger. Todos podemos contribuir a garantizar que este recurso esencial esté disponible para todos, sin importar su condición social o económica.

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